Laminitis equina: qué es y cómo curar a nuestro caballo

En algunos de nuestros artículos, ya os hemos hablado sobre la laminitis, aunque no la hayamos tratado en profundidad.

Esta enfermedad es muy común en los caballos, por lo que hemos decidido explicar en este post todo lo que necesitáis saber: qué es, por qué se produce, sus síntomas, el tratamiento y la prevención. En definitiva, una completa guía sobre la laminitis que esperamos os pueda ser de utilidad. ¡Comenzamos!

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¿Qué es la laminitis equina?

La laminitis equina, también denominada como infosura, es una enfermedad que se produce en los cascos del caballo, generalmente los dos de las extremidades anteriores del equino, aunque puede producirse en los cuatro.

Se trata de una enfermedad que se puede deber a numerosas causas, si bien es cierto que todavía no hay un cuadro clínico que asegure con exactitud dicha causalidad.

Antes de nada, cabe resaltar que es una de las enfermedades más dolorosas que pueden sufrir los caballos. ¿La razón? El problema de la laiminitis es que el riego sanguíneo queda interrumpido en las láminas del casco del caballo, afectando a la membrana basal de la pata, cuya función es la de unir la falange distal de la pared interna del casco.

Por lo tanto, no solo le supone un enorme dolor, es que además le provoca tremendas complicaciones para andar y moverse.

Con ello, se produce una inflamación y dicha unión se debilita de forma notable. En caso de no curarse a tiempo, se pueden producir numerosos problemas para nuestro amigo, comenzando por una depresión en la zona frontal de la corona del casco, hasta la separación total de las láminas del mismo.

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De esta manera, existe una separación total de las lumbres hasta los talones y deja el tejuelo sin sujeción alguna, lo que augura muy pocas probabilidades para que el caballo pueda sobrevivir. ¡Toda precaución ante la laminitis es poca!

Causas de la laminitis

Una vez que ya conocemos lo que es la laminitis, hay que indagar sobre las causas que ayudan a la aparición de esta enfermedad.

Debemos señalar que la infosura equina ha sido una de las patologías más estudiadas. De hecho, históricamente se denominaba como “gota” debido a su similitud entre la sintomatología y las posibles causas que generan en los seres humanos.

Dejando claro este punto, podemos reflejar las causas que todos los expertos han mostrado en sus investigaciones sobre la infosura.

Mala alimentación

¿Cómo es que la alimentación puede producir laminitis? Si no sabéis de qué se trata, seguro que os sorprende como un problema alimenticio incide en las patas del animal, ¡pero es así!

La alimentación es una de las principales causas. Diversas investigaciones indican que los cambios del metabolismo del equino pueden afectar a sus cascos, ¡y ya sabemos que su metabolismo es muy delicado!

En este caso, hay que vigilar en concreto dos de los nutrientes que más les pueden afectar: el exceso de hidratos solubles de carbono, como el almidón, y los fructanos. Este exceso de ingesta  se da sobre todo en dietas calóricas.

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De igual manera, los cambios en la dieta le pueden generar trastornos digestivos que influyen en su metabolismo, provocando también una mayor generación de toxinas nocivas que se transfieren al casco.

Otro punto importante relacionado con la alimentación del caballo es el sobrepeso. Un caballo con unos kilos de más tiene más posibilidades de verse afectado.

También relacionado con la alimentación, debemos de tener en cuenta la hidratación del caballo. La ingesta de agua fría en grandes cantidades puede generar trastornos alimenticios que afecten al equino y le provoquen finalmente infosuras.

Traumatismo en el casco u otras lesiones

Como ya sabéis, el casco del caballo es muy complejo. Tiene que soportar mucho peso y su fragilidad no ayuda precisamente.

Durante el ejercicio, el caballo puede sufrir algún traumatismo que le genere posteriormente una laminitis. Por eso, muchos caballos que realizan un ejercicio muy exigente, como los de salto, tienen una mayor probabilidad para tener esta enfermedad, al igual que aquellos caballos que están acostumbrados a caminar sobre suelo duro.

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Este problema no tiene sólo que surgir de un golpe concreto. Así, el golpeo continuado también puede originar la enfermedad.

De igual manera, una lesión puede ser el causante de la laminitis, y no por la lesión en sí.

Imaginemos que nuestro caballo tiene lesionada una pata. Su reacción natural al andar con dicha lesión es la de sobrecargar la pata contraria para protegerla. Pues bien, el casco de esta pata es el que tiene más probabilidades de contraer laminitis.

Enfermedades y problemas bacterianos, víricos o toxémicos

Los caballos más propensos a padecer infosura han podido tener antes otro tipo de enfermedades en la pata o pie, por lo que son candidatos a tener este grave problema.

Además, los caballos que tiene facilidad para padecer cólicos tienen problemas digestivos que pueden derivar en esta enfermedad. El cólico equino puede producir una mala distribución del peso y fomentar la aparición de infecciones nocivas para el animal.

Asimismo, la enfermedad del cushing, determinante en la alteración metabólica de nuestro caballo, puede producir posteriormente laminitis en los cascos.

Otra de las causas que se han detectado como determinantes es la excesiva presencia de endotoxinas en la sangre. Las enfermedades relacionadas con la endotoxemia o sepsis que guardan un especial vínculo con la laminitis son la clostridiosis, la duodenitis o la pleuritis.

En lo que se refiere a problemas víricos, uno de los problemas más comunes en la yegua y que puede desembocar en una infosura es la retención de la placenta tras el parto.

Abuso de medicamentos o drogas

Muchas veces se tiende a abusar de ciertos medicamentos, a veces como medida de prevención, pero para el caso de la laminitis puede ser un verdadero problema. Hablamos especialmente de los corticoesteroides.

Muchos expertos han relacionado el uso de corticoesteroides con la facilidad de contraer una infosura, con la que se limita la perfusión del casco y activando las metaloproteinasas, las causantes que afectan en la disrupción de la unión epidermal y, por ende, que pueden causar la mala rotación de la falange distal.

Síntomas de la laminitis equina

Para poder detectar a tiempo una laminitis, es necesario vigilar el comportamiento de nuestro caballo en diferentes aspectos, entre los que se destaca el comportamiento y los movimientos de nuestro caballo y la exploración de sus patas y cascos.

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Comportamiento y movimiento del caballo

En este sentido, cabe recalcar una serie de síntomas derivados de su forma de actuar, como puede ser que cojee o que realice posturas extrañas en él, a fin de evitar apoyar su pata afectada.

A la hora de andar, evitará realizar zancadas largas y dará pasos cortos o con movimientos asimétricos, debido a que vuelca su peso sobre la pata no afectada.

Una postura muy típica del caballo que padece laminitis es estirar las patas delanteras, colocando su cuerpo hacia atrás. En situaciones graves, podrás encontrarte a nuestro amigo tirado en el suelo y sin ganas de levantarse.

Sintomatología de la laminitis, según la clasificación de Obel

A la hora de detectar una infosura aguda, Obel realizó una clasificación con estos diferentes estadios de claudicación que hemos mencionado y que determinan el grado de la laminitis.

Grado 1

Parado, el caballo levanta las patas y muchas veces a intervalos, mientras que a trote tiene movimientos cortos. A ojos de alguien no experto, el caballo un muestra signos de claudicación.

Grado 2

Se muestran signos más evidentes de una infosura a la hora de moverse. Estando plantado, eleva una de las patas para soportar en la pata contraria todo el peso.

Grado 3

Al caballo le cuesta moverse y elevar sus extremidades (en este momento, es probable que se haya producido ya la deformación de la lámina).

Grado 4

El caballo pasa todo el tiempo tumbado y no se mueve, a menos que sea forzado a ello.

Exploración del casco y las extremidades

Más allá del comportamiento del caballo, el cual ya puede ser un gran indicador del problema que tiene, es necesario hacer una exploración de las patas y del casco para poder confirmar la laminitis.

Dentro de esta exploración, se pueden determinar una serie de cuestiones, donde destacamos las siguientes:

  • Al tocar o presionar el casco del caballo, el animal tiene una alta sensibilidad o sentir dolor.
  • El casco tiene una alta temperatura y su pulso digital es elevado.
  • Aparecen surcos en la pared de los cascos, más alargados de lo habitual. Además, se deforman.
  • La parte de la pata cercana al casco también se ve afectada, donde pueden surgir abscesos o quistes.

Pronóstico de una infosura

Determinar la gravedad de una infosura es clave para ver el proceso de recuperación de la laminitis y de su posterior recuperación, sobre todo si hablamos de caballos de competición.

En este caso, lo que nos ayudará a conocer el verdadero grado de esta patología dependerá de la rotación anormal de la falange distal, junto con otros problemas derivados, como el grado de claudicación del equino.

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Como es de esperar, a mayor grado de rotación de la falange distal, existirán mayores problemas para su recuperación.

Por norma general, toda rotación que surja de una infosura es recuperable cuando es inferior a los 5,5º de inclinación, pero veámoslo mejor a través de los grados de pronóstico.

Grado 1

Inclinación igual o inferior a los 5,5º, sin mayores problemas. En este caso, el caballo puede recuperar el 100% de sus funciones.

Grado 2

Inclinación de la falange distal de entre 5,5º y los 11,5º, sin otros problemas adicionales. Se pueden recuperar al 50%. Evidentemente, su vuelta a competiciones es prácticamente imposible.

Grado 3

La rotación es superior a los 11,5º y la claudicación es persistente. Ante esto, la solución es la neurectomía para seccionar el nervio de la pata afectada.

Grado 4

La rotación es superior a los 11,5º y la claudicación persistente. Hay que añadir problemas como infecciones locales, fístulas y perforaciones de la suela. En esta caso, no hay una solución posible para nuestro animal, teniendo incluso que aplicar la eutanasia en los casos más graves.

Tratamiento de la laminitis

Como ya habéis podido observar, en algunos casos hay que tomar decisiones drásticas si el caballo padece una infosura. Por eso, ante cualquier indicio de laminitis, lo primero que hay que hacer es llamar de urgencia al veterinario y evitar que realice movimientos bruscos para que no empeore su estado.

Para proveerle de un buen descanso y que no apoye demasiado las extremidades, lo mejor es desplazar al caballo afectado a un establo con una cama con muchas virutas o ponerla en su box. El espesor del suelo debe de ser de unos 30 centímetros para garantizar que no se fuerce demasiado.

Diseñar un plan de dieta en el que se eviten mezclas, únicamente con forraje o bien con piensos especialmente diseñados para estas patologías, ricos en fibra y con un bajo contenido de almidón. La cantidad comida a ingerir deberá de ser de mínimo un 1,5% de su peso corporal.

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A lo largo del tratamiento diseñado por el veterinario, hacer especial hincapié en el cuidado de los cascos, manteniéndolos limpios y recortados. En este post, os hablamos en profundidad sobre este tema.

Si existe una gran inflamación, se puede enfriar las extremidades afectadas. De igual manera, y si se cree conveniente, se puede utilizar un herraje terapéutico para permitir un mayor descanso en la pata.

Hay que señalar que, hace unos años, se hicieron varios experimentos con un medicamento para el tratamiento de la laminitis, denominado t-TUCB. Sin embargo, todavía no está validado, por lo que no se pueden asegurar todavía sus resultados.

Y, cómo no, ¡sigue todas las indicaciones del veterinario!

Prevención de la laminitis

Como siempre, el mejor tratamiento ante una enfermedad es la prevención. Ya no sólo para caballos que ya hayan sufrido una infosura previamente y puedan recaer en el futuro. También para no llegue a suceder ni una sola vez.

Entre estas medidas preventivas, tenemos que volver a hablar de la alimentación del caballo. Lo mejor es no abusar de una dieta excesiva en cereales o piensos con mucho almidón, carbohidratos o azúcar. Simplemente, la cantidad necesaria con respecto a la energía que necesita.

En el caso de proveer de diversas raciones de comida, evite dar en una sola toma el pienso compuesto para que el intestino grueso no trabaje en exceso digiriendo el paso del almidón.

Como ya hemos visto en otras ocasiones, un caballo suele ingerir un 2% de su peso corporal en comida. Si tiene sobrepeso, se debería de reducir a un 1,5% del total de su peso corporal. Este post sobre la cantidad de comida que necesita os será de utilidad.

El resto de cuidados del caballo para evitar, en la medida de lo posible, la aparición de la laminitis, son básicos, tal y como vamos a resaltar a continuación.

  • Cuidado y limpieza de los cascos.
  • Evitar ejercicio sobre superficies excesivamente duras.
  • Control y seguimiento de posibles infecciones contraídas
  • Ejercicio básico para evitar el sobrepeso.

Con todas estas pautas, seguro que descienden notablemente las probabilidades de que nuestro caballo padezca una infosura.

*Advertencia. El artículo de EquusLine.es muestra opiniones y recomendaciones del equipo profesional de Agroveco, no son diagnósticos. Para cada caso o problema particular, os recomendamos que contactéis con un profesional que haga el diagnóstico “in situ”.

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