“Vive rápido y deja …”
Esta frase que termina muy mal y que hace referencia a algunas de las estrellas de rock más reconocidas se podría aplicara a caballos de carreras. Sí, como lo oyes.
Caballos que dejaron una huella increíble y que murieron tremendamente jóvenes, aumentando aun más su aura de grandeza.
Si tuviésemos que elegir a un equino que fuera nuestro “Jimi Hendrix particular” sería Ruffian, la protagonista de este artículo de caballos de película.
La película de Ruffian
La película de Ruffian fue presentada en 2007. Producida por ESPN, probablemente no conozcas este film. No es de extrañar, puesto que es una película que únicamente se emitió en la televisión estadounidense.
Rodada como si de un documental se tratara, la película se centra en la vida de la mejor potra de carreras de la historia. Un éxito que va mucho más allá si tenemos en cuenta que vivió poco más de tres años.
Es la única potra que se encuentra entre los 100 mejores caballos de carreras Purasangre del siglo XX, en el puesto 35.
El hecho de que no se haya realizado una película como la que realizaron sobre Seabiscuit o Secretariat es simplemente cuestión de tiempo. En cuanto conozcas su historia, seguro que estás deseando ver este film.
La película está dirigida por Yves Simoneau y protagonizada por Sam Shepherd, en el papel de Frank Whiteley Jr.; su famoso entrenador, y Frank Whaley como Bill Nack, el periodista que seguía todas las carreras de Ruffian.
La historia de Ruffian
Ruffian nació el 17 de abril de 1972 en Claiborne Farm, la granja de Stuart y Barbara Jenney, siendo la nieta de Bold Ruler, uno de los grandes campeones de carreras de caballos Purasangre durante la década de los 60.
Entrenado en el centro de Marion du Pont Scott de Camden, en Carolina del Sur, por Frank Whiteley Jr., el experimentado entrenador pronto se dio cuenta de las habilidades de la yegua para correr, hasta el punto que, según él mismo dijo, “a partir de la quinta carrera ya sabía que era el mejor caballo que jamás había entrenado”.
Y eso es mucho, pues el mejor caballo del año 1974, Forego, también lo entrenaba él mismo.
A pesar del escepticismo de algunos, incluidos los propios jockeys, al principio, Ruffian debutó de forma espectacular. Con poco más de dos años, Ruffian ganó con 15 cuerpos de ventaja y batiendo el récord del Maiden Special en Belmont Park.
Esta carrera fue considerada como la mejor de un caballo debutante. Nada más que añadir a tal proeza.
Desde entonces, Ruffian no dejó de ganar y ganar, batiendo todos los registros y recibiendo el premio Eclipse como mejor potra de dos años.
En su tercer año, siendo ya una potra de gran reconocimiento, se alzó sin problemas con la Triple Corona para potras. Es más, en pruebas como la de Stakes, Jacinto Vásquez, su jockey, le pidió a Ruffian que bajara el ritmo para no lastimarse.
Se dice que si hubiese seguido al máximo nivel en esa carrera, habría incluso batido el récord de pista de Secretariat, en categoría de potros.
Su enfrentamiento con Foolish Pleasure y el dilema de Jacinto Vásquez
Definitivamente, la fama de Ruffian era tan espectacular que se planteó una carrera de campeones. Una carrera en la que los potros y potras más destacados se enfrentaran, donde la representante femenina estaba claro quién era.
Por diversos problemas, finalmente la carrera que se planteó fue entre Foolish Pleasure y Ruffian. Una batalla épica entre chico y chica por determinar quién merecía ser reconocido como el mejor caballo en 1975.
El problema por entonces lo tenía Jacinto Vásquez. El jockey montaba a Ruffian y a Foolish Pleasure, con el que había ganado el último Derby de Kentucky.
Lo normal es que hubiese decidido ir de la mano de Foolish Pleasure, pero la realidad es que se decidió por Ruffian, puesto que estaba perdidamente enamorado de su temperamento.
¿Quieres saber cómo terminó ese enfrentamiento entre los dos más grandes del momento? Tendrás que ver la película, pero estamos seguros de que el final no te dejará indiferente.
Un caballo de gran envergadura y de gran temperamento
Lo que más destacó de Ruffian desde el principio fue su gran envergadura para ser una potra. Con poco más de dos años, superaba los 1,7 metros de altura. Tal es así, que para la propia película no se utilizaron yeguas, se utilizaron 4 caballos castrados.
A pesar de su gran estatura, este caballo purasangre era tremendamente ágil y veloz, pero no sólo eso. Todos los que tuvieron el placer de ser su jockey, descubrieron que ella tenía un potencial mucho mayor que había que controlar para evitar lesiones.
Su temperamento hacía que aun pudiera haber marcado mejores marcas personales y sólo el control del jinete se lo impidió.
La historia de una potra que rompió todos los esquemas del mundo ecuestre y que, como en otros muchos sectores, estaba sólo protagonizado por personajes masculinos. Ruffian rompió esa barrera, ¡y lo hizo a lo grande!
*Advertencia. El artículo de EquusLine.es muestra opiniones y recomendaciones del equipo profesional de Agroveco, no son diagnósticos. Para cada caso o problema particular, os recomendamos que contactéis con un profesional que haga el diagnóstico “in situ”.